En el mundo de la carpintería y la construcción, las ventanas de madera son un elemento decorativo y funcional muy valorado. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la temperatura juega un papel crucial en el mantenimiento y durabilidad de este tipo de ventanas. En este artículo, exploraremos de qué manera la temperatura afecta a las ventanas de madera y qué medidas podemos tomar para garantizar su buen estado a lo largo del tiempo.
¿Por qué la temperatura es importante para las ventanas de madera?
Las ventanas de madera son conocidas por su belleza y calidez, pero también tienen que estar adecuadas a los cambios de temperatura. La madera es un material natural que podría tender a expandirse y contraerse en función de la temperatura y la humedad del ambiente. Si no están previamente preparadas para ello, esto podría provocar problemas como grietas, deformaciones o problemas de sellado si no se controla adecuadamente.
Por un lado, las altas temperaturas pueden hacer que la madera se contraiga, lo que puede causar que las ventanas cojan olgura y no cierren estancas. De igual forma, las bajas temperaturas con alta humedad ambiente, pueden hacer que la madera se expanda, lo que podría generar que las hojas rocen en el marco, dificultando el cierre o la apertura. No obstante, unas buenas ventanas de madera, con un proceso de fabricación adecuado y controlado según las normativas más exigentes, no se inmutan antes tales cambios.
En Neuforma nos destacarnos por ofrecer un servicio de calidad y profesional que se adapta a las necesidades de nuestros clientes y a los cambios de temperatura sin consecuencias negativas.
Está demostrado con ensayos, que la madera es el material que menos dilataciones y contracciones presenta por cambio de temperatura, con respecto a otros materiales del sector como el Aluminio o el PVC.
¿Cómo podemos proteger nuestras ventanas de madera de los cambios de temperatura?
En Neuforma, partimos de la base que es fundamental y muy importante trabajar con maderas completamente secas (13-14% de humedad) para garantizar su estabilidad de por vida. De ese modo podemos trabajar elementos grandes como correderas o miradores, sin problema alguno por cambios estructurales debidos a las diferentes temperaturas.
Para garantizar la durabilidad y el buen estado de nuestras ventanas de madera, es fundamental tomar medidas preventivas y de mantenimiento.
Elección del tipo de madera adecuado
Al momento de elegir las ventanas de madera, es importante seleccionar una madera resistente y duradera, como el Iroco, el cedro o el pino de Suecia. Las maderas, con un tratamiento previo adecuado, tienen una mayor capacidad de soportar los cambios de temperatura y la humedad sin sufrir daños. Debemos matizar que cuanta más densidad tiene un tipo de madera, mayor resistencia a la humedad y a la temperatura.
Tratamiento de la madera
Aplicar un tratamiento adecuado a la madera, como Lasures de poro abierto, pinturas o aceites protectores, ayudan a protegerla de los efectos de la temperatura y la humedad. Estos productos forman una capa protectora cubriendo el poro, que evita que la madera se vea afectada por los cambios ambientales.
Sellado de juntas y fisuras
Es importante revisar cada 2 años aproximadamente, las juntas y fisuras de las ventanas de madera que pudieran haber salido ocasionalmente. El buen sellado que emplea Neuforma con siliconas neutras, contribuirá a mantener la temperatura interior estable y a prevenir problemas de condensación.
Mantenimiento regular
Realizar un mantenimiento regular de las ventanas de madera, como limpieza, y la aplicación del tratamiento adecuado (si fuera necesario) es fundamental para garantizar su buen estado a lo largo del tiempo. Estas tareas permiten detectar y corregir posibles problemas meramente estéticos de la madera con el paso del tiempo.
¿Quieres instalar una ventana de madera? apuesta por las ventajas de este producto y disfruta de un resultado bonito y duradero.
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